Bien todos sabemos en parte lo que representa el 21 de mayo para nuestra sociedad. Se celebra las “Glorias Navales” de Chile, esa empresa que nos permitió extraer el salitre libremente para desarrollar la economía del país. Pero además, cada año en esta fecha, el Presidente de la República presenta la cuenta pública anual sobre el estado administrativo y político de la nación.
Tomando en cuenta este segundo acto, se originan cantidad de opiniones, acuerdos y desacuerdos en la sociedad. Muchas críticas van y vienen, y de cierto modo la cuenta anual pasa a ser la suerte de recordatorio sobre muchos aciertos y desaciertos, siendo estos últimos lo que moviliza todo tipo de marchas y protestas, junto con ellas, descalabros sociales y terrorismo protestante de manera infundida. Ciertamente para este tipo de personas, su única arma “comunicativa” es el apedreamiento, destrucción, improperios surtidos y desmanes. Todos los años es lo mismo en esta fecha.
Existe un punto clave en todo esto, y precisamente es en esta fecha, al mismo tiempo que se celebran los eventos citados en el párrafo primero, que se conmemora el “Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo”. Lamentablemente cada 21 de Mayo y en cada oportunidad que amerite expresarse, tergiversamos lo que significa este día para cada uno de nosotros como sociedad, donde en vez de diálogo tenemos enfrentamiento e involución a cambio de desarrollo.
Pero bueno, es lamentable que la sociedad herede estos aspectos de administraciones antiguas, donde precisamente fue método para cumplir objetivos el actuar bélico de “nuestras” guerras pasadas. Como dije al principio, el trasfondo político y económico de la denominada “Guerra del Pacífico” era la extracción del mineral salitre, pero esto a su vez significó que quienes no tuvieron opción de elegir, y ante la necesidad y dificultad de sobrevivir en la época, obtuvieron empleos para extraer el mineral a cambio de un pequeño pago, represión y explotación social. Ahora, sabiendo el real motivo de la guerra, ¿suena ad hoc “Guerra del Pacífico” o “Guerra del Salitre”?
Dejo ante ustedes este resumen de datos para considerar, y este cuestionamiento: ¿Nos es posible romper esta suerte de “adn” de nuestra sociedad que nos impulsa a actuar siempre de la misma manera que lo hicieron nuestros representantes o somos capaces de organizarnos como pueblo y proceder como cultura hacia un diálogo y desarrollo? Como he dicho en otras oportunidades, tenemos el poder, tenemos el voto, tenemos la última palabra cada votación presidencial. Si de los votos escrutados en la última elección, y bajo un total de 8.285.186 inscritos, 189.490 fueron nulos (2.63%), ¿somos capaces de aumentar esa cifra de manera considerable? Ojo que no los invito a abstenerse, de ninguna manera, puesto que la forma de expresar nuestro descontento es con el voto, nuestra arma comunicacional para dichos efectos.
Espero sus comentarios, opiniones y más conocimiento y aportes civilizados. Gracias.